Cli·sex, el juego de la educación sexual y afectiva

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CLI·SEX es un juego de mesa estratégico y competitivo diseñado para 2 a 4 equipos, enfocado en la educación sexual y afectiva. Cada equipo selecciona una pareja representada en una carta y recoge 12 tokens de su color, contando además con una habilidad especial única que puede utilizar una vez por partida. A través de más de 350 preguntas, los jugadores podrán despejar dudas y adquirir conocimientos sobre sexualidad de manera amena y participativa. Este juego es una herramienta invaluable para profesionales de la animación sociocultural que buscan fomentar la educación sexual en adolescentes y adultos, promoviendo el diálogo y el aprendizaje en un entorno lúdico.

Con CLI·SEX, transforma la educación sexual en una experiencia interactiva y enriquecedora, ideal para talleres, sesiones educativas y actividades grupales.

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ADOLESCENCIA PERSONAS ADULTAS
Especificaciones
Marca / Fabricante CLISEX
Fabricación FABRICADO EN ESPAÑA
Clasificación ESAR (R) 5. 05. JUEGO DE PREGUNTAS Y RESPUESTAS COMPLEJO
Para jugar en... Centro juvenil , Empresas , Centros educativos , Escuelas de formación en animación juvenil
Ficha técnica
Editorial CLISEX
Autor/a Miguel Cañas
Mecánica Juego de preguntas y respuestas; estrategia por equipos
Temática Educación sexual y afectiva
Edad A partir de 12 años
Medidas 31 x 31 x 7 cm
Complejidad Media
Num. jugadores De 2 a 40 jugadores
Material Cartas de preguntas, tokens de colores, tablero de juego

Términos y condiciones
Garantía de devolución de 30 días
Envío: 2-3 días laborales

Padres y madres que quieren hablar de sexo con sus hijos, y no saben como hacerlo.

Para educadores/as que vean la necesidad de impartir educación sexual y afectiva.

Para adolescentes y personas adultas que quieran divertirse jugando. aprendiendo y hablando de sexo sano.

Centros educativos:

  • Aulas de secundaria o bachillerato durante clases de tutoría, biología, ética o educación para la ciudadanía.
  • Talleres extracurriculares para abordar temas de educación sexual de manera más interactiva.

Espacios de tiempo libre:

  • Centros juveniles, ludotecas o casas de juventud como actividad lúdica-educativa en grupos de adolescentes.
  • Campamentos y colonias, aprovechando el contexto relajado para tratar la educación sexual de manera amena.

Eventos comunitarios:

  • Jornadas temáticas sobre salud y bienestar organizadas por ayuntamientos, ONGs o asociaciones.
  • Espacios abiertos en ferias de educación, donde la dinámica del juego atraiga la participación de jóvenes.

Entornos familiares:

  • Reuniones familiares para fomentar la confianza y la comunicación intergeneracional sobre sexualidad y afectividad.
  • Espacios donde padres o cuidadores puedan resolver dudas en un ambiente informal.

Consultorios y talleres profesionales:

  • Sesiones de educación sexual impartidas por psicólogos, pedagogos o trabajadores sociales.
  • Centros de atención a jóvenes para reforzar la educación afectivo-sexual.


Talleres de sensibilización:

  • Como actividad inicial para romper tabúes y generar un ambiente de confianza.
  • Complemento para abordar temas específicos como consentimiento, identidad de género o prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS).

Programas de prevención:

  • Campañas educativas para prevenir embarazos no deseados e ITS en adolescentes.
  • Actividades dentro de programas de igualdad de género y diversidad afectivo-sexual.

Actividades grupales:

  • En grupos de iguales, fomentando el diálogo, la empatía y el respeto por las experiencias de los demás.
  • Dentro de dinámicas de trabajo en equipo para reforzar las habilidades sociales.

Espacios de ocio educativo:

  • En actividades de ocio alternativo donde se combine entretenimiento y aprendizaje.
  • Durante tardes temáticas en centros juveniles o actividades grupales en colonias y campamentos.


Promueve el aprendizaje activo:

  • A través de dinámicas participativas, los jugadores aprenden conceptos clave de forma práctica y entretenida.
  • Refuerza el conocimiento sobre temas como consentimiento, prevención de riesgos y emociones.

Fomenta el diálogo:

  • Abre espacios seguros para hablar de temas sensibles que pueden ser difíciles de abordar en contextos formales.
  • Despierta el interés en reflexionar sobre experiencias propias o dudas relacionadas con la sexualidad.

Desarrolla habilidades sociales:

  • Facilita la empatía, la escucha activa y la comunicación efectiva entre los jugadores.
  • Refuerza valores como el respeto, la tolerancia y la diversidad.

Rompe tabúes:

  • Normaliza conversaciones sobre sexualidad, afectividad y diversidad, ayudando a reducir el estigma asociado a ciertos temas.
  • Contribuye a eliminar prejuicios y a comprender la importancia de una educación sexual integral.

Integra conocimientos transversales:

  • Relaciona aspectos biológicos, psicológicos y sociales de la sexualidad.
  • Favorece la adquisición de herramientas para tomar decisiones informadas y responsables.


Prevención de riesgos:

  • Proporciona información sobre métodos anticonceptivos y prevención de ITS, reduciendo comportamientos de riesgo.
  • Ayuda a identificar situaciones de violencia sexual o coerción.

Desarrollo de la identidad:

  • Acompaña a los adolescentes en la exploración y aceptación de su identidad sexual y afectiva.
  • Refuerza la confianza y autoestima en una etapa clave del desarrollo.

Promoción del bienestar:

  • Ofrece herramientas para gestionar emociones relacionadas con la afectividad y las relaciones interpersonales.
  • Ayuda a establecer relaciones saludables basadas en el respeto y la comunicación.

Reducción de desigualdades:

  • Sensibiliza sobre la importancia de la igualdad de género y el respeto a la diversidad.
  • Fomenta la comprensión y aceptación de orientaciones e identidades diversas.

Espacios de tiempo libre como aliados:

  • Durante el tiempo libre, los adolescentes están más receptivos a actividades lúdicas que combinan aprendizaje y diversión.
  • Este enfoque menos formal facilita que los mensajes sean más efectivos y memorables.